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Ecritores y editor Colección Maravilla Mayo 2011
Hoy oficialmente clausura la primera pata, la insular, del 2do Festival de la Palabra antes de trasladarse a Nueva York para la segunda pata. Para muchos este Festival significa la entrada de Puerto Rico al mundo oficial literario donde verdaderamente se bate el cobre. Todo lo demás es parking. El año pasado participé, es decir, fui como una especie de solidaridad con el poeta Néstor Barreto, que estuvo a cargo del "Pre-Festival" en Plaza las Américas, y él trató de colarme, sin mucho éxito. La experiencia como experiencia fue aleccionadora sobre el "mundo literario" que pulula en esos eventos y mi ubicación en él, que es a lo sumo irrelevante. He estado muy alejado de ese mundo literario del patio y ausencias de más de 5 años son fatales. No soy el único ignorado o pasado por alto. Fui a varias de las actividades y contrario a las etiquetas dadas a ellas, muchas, fuera de las de las "vacas sagradas" (Wico Sánchez, Bryce Echenique, etc.) resultaban mero pretexto para darle espacio y relieve a los escritores extranjeros. En general, la asistencia fue escasa, un porciento alto siendo los mismos participantes de otros paneles o actividades. Fue una asistencia pobre considerando el destaque en la prensa y noticieros de televisión. Entonces, ¿por qué se celebra bajo tan falsos auspicios? La respuesta es el "networking". Ciertos escritores de segundo y tercer nivel utilizan estos festivales o ferias regionales como una especie de trampolín y se pasan de festival en festival como un circo rodante. Ahora San Juan es una plaza más en esa gira literaria casi continua.
Habiendo ido ya, decidí no ir este año. Aunque sí hice una excepción: la presentación del proyecto editorial Colección Maravilla, uno de cuyos gestores es Néstor Barreto. Se dio en Plaza las Américas a un exiguo público. Me imagino que Néstor y Cía. fueron a Ballajá para el Festival "en propiedad", con su mesita.
Néstor, como me imagino será el caso de otros poetas, narradores y editores puertorriqueños, participa como vehículo para darse a conocer local e internacionalmente. Les deseo suerte. Sé que un grupo irá a Nueva York y también les deseo suerte. Lo último que se pierde es la esperanza, y ¿quién sabe?
Es difícil ser escritor en Puerto Rico y más difícil aún ser publicado, y casi imposible ser reconocido o reseñado, pero es un verdadero milagro ser leído y, para colmo de colmos, fuera de la isla. Más fácil es resucitar a un muerto.
¿En qué ayuda el Festival a resolver lo del párrafo anterior?
Mi ejemplo: con 5 publicaciones, 2 premios, reseñas, inclusión en tres antologías, sigo tan desconocido como si no hubiera hecho nada. Es la pura verdad.
De relaciones públicas y mercadeo no sé nada.
Por tanto, yo pasé estos días montando mi página literaria en el Internet, corrigiendo borradores, escribiendo, en fin haciendo lo que se supone haga el escritor, que es escribir.