Me he pasado el día en la guagua y en una sala de espera médica escuchando el terror con que muchos ven los actos del Primero de Mayo. Parecería que es el principio del fin. Nos espera el destino de Venezuela, la nueva Cuba cuco. Los revoltosos quieren la república de Chávez y sin los federales nos moriremos de hambre. Son los macheteros y esos vagos de la Universidad que no quieren trabajar y a la vez recibir la beca federal. Todo el día, miedo y terror. Nadie lo ve como problema de todos sino de unos inconformes que quieres destruir lo poco que nos queda. Yo, en cambio miro al Primero de Mayo con esperanza. Tal vez sea la chispa que encienda la lucha por un Puerto Rico soberano y dueño de su destino. Tal vez vengan muchos a la concentración y desmienten los ataques del sistema de que somos un puñado de locos. No abro la boca, no entre en debates con la gente. ¿Para qué? Los procesos son largos y creo que a mi edad espero ese brinco cualitativo antes que me muera de viejo o peor. Pero hoy camino entre tanta gente y me siento más solo que nunca. Todo es miedo, miedo y más miedo.
Poeta puertorriqueño nacido en San Juan, Puerto Rico. Ecribo en español e inglés.Cinco libros publicados, cuatro inéditos.
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July 2017
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